Cuando en 1910 el periodista del diario francés l’Auto,
Alphonse Steinés, cruzó a duras penas el Col del Tourmalet, y envió a su jefe y
patrón del Tour en aquella época, Henri Desgrange, el famoso telegrama “Atravesado
Tourmalet. Muy buena ruta. Perfectamente
practicable”, la historia del ciclismo cambió para siempre.
Pese a haber sufrido para cruzarlo entre la nieve, decidió decirle a su jefe
que el Tourmalet se puede subir en bici.
Y su jefe le creyó. Para entonces el Tour, creado en
1903, estaba en horas bajas debido a que las etapas eran siempre llanas y ya no
acaparaba la atención de la gene como en las primeras ediciones. Y ese mismo
año, en el Tour de Francia, se corrió la primera etapa pirenaica de la
historia. El recorrido de aquella etapa fue brutal: Luchon – Bayonne, de 325
kms y los puertos de Peyresourde, Aspin, Tourmalet y Aubisque en la primera
mitad de la etapa. Después, muchos sube y bajas a traves de lo pirineos
vasco-franceses hasta la localidad costera.
Aquella etapa, disputada el 21 de julio de 1910, dio
el banderazo de salida a las 3:30 de la mañana. Aquella fue una
etapa llena de anécdotas. Gustave Garrigou, por ejemplo, fue el único que subió
el Tourmalet sin bajarse de la bici, por lo que recibió un premio. Octave
Lapitze fue el primero en ascender los tres primeros puertos de la jornada,
Peyresourde, Aspin y Tourmalet.
Pero en el Aubisque entra en escena otro ciclista,
François Lafourcade, que tras una gran ascensión, y al borde del
desfallecimiento, nos dejó otra frase para la historia del ciclismo: “Son
Uds. unos asesinos”, dijo
a los organizadores en la cima. En el descenso Lapitze lo cogió, tras perder 15
minutos en la cima, y se fue sólo hasta Bayona. Venció Lapitze, con un tiempo
total de 14 horas y 10 mins. Y también se llevó el Tour.
Dejando de lado a los profesionales, años después se
creó la marcha cicloturista Luchon – Bayonne, que rememora dicha etapa. Ahora
se celebra cada dos años, sobre el mismo recorrido de aquella etapa. Se puede
completar en uno o dos días, aunque los más osados optan por intentarlo en una
sola jornada.